Lentejas rojas y gastritis

La gastritis tiene lugar cuando hay una alteración del revestimiento interno digestivo. Las principales causas que pueden provocarla son:

Una intolerancia a algún alimento, que suele ser a proteína de la leche. Para aquellos que desconocen el tema, las proteínas de la leche son las caseínas (el 80% de las proteínas de le leche entera) y las seroproteínas (las proteínas del suero de la leche). Mientras que la lactosa es el “azúcar” de la leche. Por lo tanto, en este tipo de problemas ni las leches desnatadas ni las leches libres de lactosa son suficientes para resolver el problema.
Un problema de Vesícula Biliar. Éste afecta sobre todo a mujeres por la influencia que tiene su complejidad hormonal sobre la VB, que puede ser tanto endógeno como exógena (por la toma de anticonceptivos orales, tratamientos hormonales,….). La VB también se puede ver afectada por estrés, obesidad, consumo de alcohol y comidas grasas, edades avanzadas (por la mayor acumulación de colesterol y menor secreción de ácidos biliares), ayuno prolongado, etc.

Para hacer un diagnóstico diferencial sencillo, antes de comer se toma un zumo de limón. Si el problema es por hiperacidez la sintomatología empeora, si por el contrario es una hipoacidez la sintomatología mejoraría y el problema sería derivado de la Vesícula Biliar.

En ambos casos los lácteos y derivados estarían contraindicados; en la hiperacidez porque aumentan la secreción de ácido clorhídrico y en el caso de hipoacidez por sobrecargar el funcionamiento de la Vesícula Biliar.

Las alteraciones de estómago pueden dar dolor referido al sistema músculoesquelético a nivel dorsal, en zona de escápula y/o hombro izqdo, zona diafragma, miembro superior izqdo. Normalmente es un dolor continuo que no se modifica con el movimiento, y que suele tener una franja horaria muy relacionada con las comidas.

La dieta ideal para la gastritis es aquella que facilite la digestión y que mejore el funcionamiento del estómago. Entre algunas de las recomendaciones para estos casos están:

  • Comer despacio y de forma relajada.
  • Beber agua fuera de las comidas para no “empapar” las enzimas. Se recomienda beber solo agua, infusiones (excepto la menta porque incrementa la secreción de ácido clorhídrico y puede irritar más la capa digestiva), caldos vegetales, licuados como el de zanahoria y manzana, y alguna bebida vegetal como la de arroz (según tolerancia y gusto).
  • Los métodos de cocción indicados son el hervido, vapor, horno a baja temperatura (inferior o igual a 180 °C) y triturado (cremas, compotas, papillas). Nunca frito, rebozado ni guisado.
  • Los alimentos cocidos son mejor tolerados que los crudos. Una vez mejorada la sintomatología se pueden introducir alimentos crudos según tolerancia. Así como la lechuga, acelgas y coles serán limitadas por la difícil digestión de la celulosa.
  • Los alimentos ricos en fibra como los cereales integrales y las legumbres estarían restringidos, ya que la fibra puede producir un rozamiento de tipo mecánico en las paredes digestivas y a la vez ralentizar el vaciado gástrico. En fases agudas incluso se desaconsejan totalmente, y según mejore la sintomatología se van introduciendo según tolerancia.
  • Los alimentos que en su digestión producen ácidos hay que evitarlos; lácteos, carnes, café (sobre todo en ayunas), pan refinados, vinagre, tabaco, alcohol, chocolate, cítricos, picantes, tomate, …
    Se recomienda dar preferencia al consumo de pescado frente al de carne. El pescado más aconsejado es el pescado blanco (bacalao, merluza, lenguado, rape, etc.) por su bajo contenido en grasa. Dentro de las carnes las más recomendadas son el pollo, pavo o conejo, el jamón cocido y el jamón serrano. Los caldos de carne y pollo aumentan la secreción ácida del estómago, por lo tanto, los evitaremos. Por el contrario los caldos vegetales son ideales en esta dieta.
  • El huevo se puede tomar hervido (no sobrepasar los 8 minutos a partir del momento que empiece a hervir el agua).
  • Evitar los frutos secos por ser muy ricos en grasa y fibra.
  • Eliminar el postre, ya que altera la digestión de la comida y favorece la apertura del píloro, favoreciendo reflujo y otras alteraciones estomacales.

Son recomendables infusiones de hinojo, anís estrellado, caléndula y jengibre, que ayudan a mejorar la digestión.

Algunos de los alimentos aconsejados para este tipo de dolencia serían: calabaza, zanahoria, boniato, compota de manzana, patata, papaya, cúrcuma, jengibre, pescado magro,…

Si hay sensación de acidez es recomendable tomar una pieza de fruta no ácida 20 minutos antes de comer para favorecer la digestión.

Cenar temprano o esperar al menos dos horas antes de acostarse.

En el supuesto caso de que el problema sea por una sobrecarga de la Vesícula Biliar las recomendaciones serían muy similares, pero además sería aconsejable;
En cada comida incluir:

  • un poco de grasa (para estimular la producción de bilis); aceite de oliva, jamón serrano,…
  • un poco de hidrato complejo. Valorar en cada caso cual se tolera mejor y en cantidades limitadas. En casos agudos de gastritis evitar los alimentos con fibra ya que pueden irritar la capa digestiva.
  • un poco de proteína animal, a poder ser magra (pavo, merluza, dorada,…)

Intentar hacer la comidas con una pausa de 4 otras entre una y otra.

Aunque estamos en verano os voy a dejar con una receta de lentejas. A pesar de ser una legumbre, las lentejas rojas están desprovistas de piel, por lo tanto son más digestivas podrían incluirse en una dieta para gastritis.

SOPA DE LENTEJAS ROJAS

lentejas rojas

Ingredientes:

  • 1 vaso de lentejas rojas
  • 4 tazas de agua
  • 1 rodaja de calabaza
  • 2 zanahorias
  • 1 tira de alga kombu
  • Cúrcuma al gusto
  • Sal marina sin refinar al gusto
  • 1 dadito picado de raíz de jengibre (al gusto)
  • Unas hojas de laurel

Elaboración:
Dejamos el alga Kombu a remojo, 30 minutos aproximadamente. La podemos poner entera o troceada (además de facilitar la digestión enriquece el plato de minerales y vitaminas).
Pelamos y picamos el jengibre. Lo doramos unos segundos con un poco de aceite de oliva virgen.
Añadimos el resto de verduras peladas y picadas. Dejamos rehogando un par de minutos más.
Incorporamos las lentejas, previamente lavadas, junto con el laurel, el alga kombu, el cúrcuma y el agua.
Una vez que hierva dejar cociendo a temperatura suave durante 20 minutos.
Rectifica de sal y agua según el gusto.
Las lentejas rojas suelen quedar como una pasta, ya que al no tener capa externa que las recubre se deshacen fácilmente.

Si me quedan muy espesas las aprovecho para hacer una receta tipo croquetas. Las suelo dejar en la nevera para que la masa quede más dura, y hago un sofrito de shitake o verduras (al gusto) con muy poco aceite. Luego lo mezclo con la pasta de lentejas y hago una bolitas tipo croquetas. Si las rebozas en harina de garbanzos y las pasas por la sartén están muy ricas, pero desaconsejadas para una gastritis.

Feliz martes!!! Enjoy your meal!!