Salsa cítrica con mejillones

Como gallega que soy tengo que promocionar el buen marisco! Que para muchos resulta un gran manjar y para otros un “peligro” para sus dolencias histaminérgicas.

Cuando hablo de dolencias histaminérgicas me refiero a todas aquellas dolencias derivadas de una hipersensibilidad o aumento exagerado de histamina en sangre.

La histamina es un tipo de amina indispensable para el buen funcionamiento del cuerpo humano, ya que actúa como neuromtransmisor (tiene la capacidad de transmitir mensajes a través del sistema nervioso, de una célula a otra) de muchas funciones. Pero el cuerpo solo tolera una cantidad determinada de histamina; todo lo que se sobrepase de esa cantidad puede desencadenar alteraciones en las zonas más sensibles o receptivas como son; la piel, el pulmón, estómago, y menos en cerebro y corazón.

La histamina, junto con otras sustancias, actúa como mediadora en los síntomas de una reacción alérgica; en estas reacciones se produce una liberación masiva de histamina, con lo cual las zonas más sensibles a la histamina se podrán ver afectadas, dando síntomas como; migrañas, urticaria, mucosidad,…

En cualquier reacción histaminérgica existe una base importante a nivel intestinal, ya que la histamina es degradada por la enzima histamina N-methyl transferasa (HMT) y por la enzima Diamino Oxidasa (DAO). Esta última se encuentra en la mucosa intestinal, y su deficiencia se sabe que está implicada en la “intolerancia a la histamina”.

En relación a la alimentación, existen alimentos que pueden generar un aumento de histamina en sangre; aunque la aparición de los síntomas no son los mismos ni en la misma intensidad para las personas.

Entre estos alimentos está el marisco. El marisco abarca todo aquel animal marino invertebrado comestible, y en este grupo se incluyen; los crustáceos (langostinos, cangrejos, percebes,…); los moluscos (almejas, chipirones, mejillones, pulpo,..) y otros como los equinodermos (erizo de mar).

En general el marisco aporta gran cantidad de oligoelementos y vitaminas, y es una forma muy rápida, versátil y saludable de ingerir proteína animal. Sin embargo, para las personas alergénicas, Th2 o con reacciones histamino-liberadores, el marisco debería eliminarse, reducirse o valorar la tolerancia que tienen de cada tipo de marisco. Por otra parte, el marisco también estaría contraindicado en personas con ácido úrico elevado, y habría que valorar su ingesta en personas con alteraciones de riñón (por su contenido en purinas) y alteraciones de tiroides (por la cantidad de yodo) principalmente.

En el resto de los casos el marisco, en este caso los mejillones, estarían recomendados por sus grandes propiedades;

  • Su contenido proteico que contribuye al buen funcionamiento del sistema inmune, a la producción de hormonas y enzimas y el buen estado del tejido músculo-esquelético.
  • Su alta cantidad de vitamina B12, que interviene en muchas funciones del sistema nervioso y músculo-esquelético también.
  • Además, su contenido en vitamina A hace que estimulen la producción de glóbulos blancos.
  • Aportan más ácidos grasos omega-3 que otras tipos de mariscos. Y le dan un carácter antiinflamatorio para articulaciones y huesos principalmente.
  • Son ricos en minerales como el yodo y selenio. El yodo ayuda a regular el metabolismo y el nivel de energía, mientras que el selenio es importante para la reproducción, para el buen funcionamiento tiroideo, la producción de ADN, y proteger al cuerpo de radicales libres e infecciones.
  • Su contenido en vitamina C le da un carácter antioxidante y antiinflamatorio.
  • Contienen Zinc. El zinc ayuda al sistema inmunológico a combatir la invasión de bacterias y virus, así como para producir proteínas y ADN.
  • Son ricos en fósforo, necesario para que el cuerpo produzca proteínas que ayudan en el crecimiento, mantenimiento y reparación de células y tejidos.
  • También contienen potasio, que participa en el buen funcionamiento del sistema nervioso y músculo-esquelético, y facilita la entrada de nutrientes a las células y la salida de desechos de las mismas.

Así pues, con todo esto, resulta un aperitivo sabroso, nutritivo y práctico para recetas calientes, frías, elaboradas o sencillas.

La mejor forma de consumir los mejillones es al vapor. Es una forma sencilla y práctica de cocinarlos, y que puedes acompañar con diferentes salsas para hacerlo menos monótono.

Los puedes acompañar con algún alimento cítrico para que el aporte en vitamina C favorezca el uso de calcio y hierro del mejillón. Por ejemplo; jugo de limón y albahaca o perejil frescos picados.

Cocinarlos con algún alimento rico en fibra para que aporte sensación de saciedad y obtener un plato principal en la comida. Por ejemplo; quinoa con mejillones (https://toogoodtobefood.es/quinoa-con-mejillones/ )

Alguna salsa para hacer un picoteo en cualquier evento. Por ejemplo;  RECETA DE HOY

SALSA CÍTRICA

salsa cítrica para tus recetas terapéuticas

Ingredientes

  • un tazón de calabaza cruda
  • dos ramitas de albahaca fresca
  • media cebolla morada
  • jugo de limón o lima
  • sal marina sin refinar

Elaboración

Picamos bien la calabaza para que se cueza antes. La ponemos en una olla con agua para cocerla, o si queremos la podemos hacer al vapor.

Mientras, picamos la cebolla bien fina y la dejamos pochar con un chorrito de aceite.

Una vez la cebolla esté pochada y la calabaza cocida, en un bol introducimos todos los ingredientes y trituramos con una batidora.

Rectificamos de sabor si es necesario, tanto con la cantidad de jugo de lima o limón, como con la sal o la cantidad de albahaca

salsa cítrica para tus recetas terapéuticas

Esta salsa se puede hacer como acompañante de cualquier plato principal, como en este caso el mijo cocido con espinacas baby frescas, los mejillones al vapor y la salsa cítrica.

Enjoy your meal!!!