Ahora que llega el verano y los tomates empiezan a aflorar, también lo hacen las recetas que lo contienen, como es el caso del gazpacho, muy típico de la zona Sur de España.
Como ya sabemos, todos los alimentos tienen su parte beneficiosa y perjudicial de alguna manera para nuestro organismo. Depende también de cómo lo consumamos y quién lo consuma.
Así pues, algunos de los alimentos más consumidos en la dieta Española pertenecen al grupo de las Solanáceas, portadores de una sustancia tóxica llamada Solanina. Los alimentos más comúnmente consumidos de este grupo son; la patata, el tomate y la berenjena.
La solalina es una sustancia tóxica, que posee propiedades fungicidas y pesticidas como defensa natural hacia los animales. Directamente no suele generar efectos perjudiciales en nuestro organismo cuando se consume de forma moderada, pero sí hay que tener ciertas precauciones, sobre todo en;
- personas con alguna enfermedad infecciosa
- enfermedades inflamatorias crónicas
- personas con problemas de estómago (gastritis, úlceras de estómago,…)
- esofagitis
- algunos pacientes con quimioterapia que sufren efectos secundarios como la mucositis (alteración en la mucosa bucal que cursa con llagas e inflamación y que se puede acentuar con el consumo de alimentos ácidos)
- por su alto contenido en potasio no se recomienda en personas que deban evitar el consumo de este mineral, como las personas con patología renal, acidosis metabólica, etc.
- personas con histaminosis o reacciones exageradas a la histamina, como son las personas con respuesta exagerada de los linfocitos Th2 (ver http://fisiogenomica.com/ )
- etc
Por otro lado, la solanina se encuentra en mayor concentración en los alimentos verdes, y sobre todo en la piel, por lo que se recomienda su consumo maduro y sin piel.
Por lo tanto, para todas aquellas personas que tienen limitado el tomate en su dieta habitual, he probado esta receta de gazpacho de sandía, fresco para el verano e igualmente nutritivo para nuestro organismo.
GAZPACHO DE SANDÍA
Ingredientes
- 500 gramos de sandía fresca
- 100 gramos de pepino
- 1 diente de ajo
- 2 cucharadas soperas de vinagre de manzana (podemos aumentar la cantidad según el gusto)
- aceite de oliva virgen extra
- sal marina sin refinar
Elaboración
En una batidora o termomix introducimos la sandía pelada y picada, el pepino sin piel y picado, el diente de ajo pelado y picado, el vinagre de manzana, un chorrito de aceite de oliva virgen extra y una cucharada de café rasa de sal marina sin refinar.
Trituramos todo hasta conseguir una textura fina y homogénea. Probamos y rectificamos de ingredientes si es necesario.
Se le puede añadir un poco de agua al gusto si queremos conseguir una textura más líquida.
Servimos en un recipiente y una vez servido le ponemos un chorrito de aceite de oliva virgen extra por encima.
Entre las propiedades de esta receta están:
- Sandía fresca; gran parte de su contenido es agua y tiene muy pocas calorías, por lo que está muy indicada en personas que hacen dietas de adelgazamiento, rica en vitamina C y licopeno especialmente indicados en dietas antiinflamatorias y para la salud musculoesquelética. Contiene además beta-carotenos, que se convierte en vitamina A, muy recomendada para la salud de nuestros ojos. Etc.
- Pepino; pertenece a la misma familia que la sandía. Tiene bajo en calorías y diurético, por lo tanto, se recomienda también en dietas de adelgazamiento. Rico en vitaminas del grupo B, imprescindibles para mejorar el impulso nervioso y celular. Además, contiene ácido fólico, vitamina C, calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio y zinc.
- Ajo; quién no conoce las propiedades del ajo, alimento con grandes propiedades medicinales. Es un alimento azufrado (es decir, contiene azufre), que le da su carácter desintoxicativo. Además, mejora el funcionamiento del sistema inmune, ayuda a regular la hipercolesterolemia y la hipertensión arterial, y en general mejora la salud cardiovascular del organismo.
- Vinagre de manzana; antihistamínico natural, ayuda a limpiar vías urinarias (tanto en infecciones del tracto urinario como de riñón), regula el pH de la sangre y ayuda a mejorar la circulación. Por su contenido en ácido acético, se ha comprobado su efecto beneficioso en el control de los niveles de azúcar. Y además, como alimento probiótico, promueve el buen mantenimiento de nuestra flora intestinal.
- Aceite de oliva virgen extra; alimento de los número 1 de nuestra dieta Mediterránea. Todos sabemos sus grandes beneficios, sobre todo por su contenido en ácidos grasos que favorecen la salud cardiovascular y a regular la hipercolesterolemia y niveles de azúcar en sangre. Su contenido en vitamina E le da un potente carácter antioxidante que protege la membrana celular entre otras cosas.
Apto para dietas alcalinas, antiinflamatorias, diuréticas, antioxidantes, depurativas, cardioprotectoras, adelgazantes, e inmunoreguladoras principalmente.
Disfruta de tus platos cuidando tu cuerpo!!