pollo con shitake

Mijo con pollo casero y Shitake al curry

El mijo es un cereal de procedencia asiática, muy utilizado en la Medicina Tradicional China y con grandes poderes nutricionales.

Una vez más la ciencia avala con sus estudios lo proclamado por las medicinas ancestrales. La población china lo consume desde hace muchos años por diversos motivos; desde limpiar el sistema digestivo, para aportar fuerza y energía, para las mujeres post-parto, para conciliar el sueño, etc.

Una de sus propiedades más importantes es su poder alcalinizante, que ayuda a mitigar los contenidos ácidos que se pueden generar con el estrés, malos hábitos, etc.

Además, es un cereal libre de gluten, una alternativa muy recomendable para celíacos, personas con intolerancia o alguna reacción al gluten.

Es considerado el cereal antianémico por excelencia, ya que su consumo ayuda a mejorar los niveles de hierro en sangre proporcionando así al organismo una mayor eficacia en el transporte de oxígeno a las células.

Por su alto contenido en fibra ayuda a regular la absorción de glucosa en sangre, por lo que se recomienda para personas diabéticas, o con alguna alteración en la glucemia; Síndrome Metabólico, Resistencia a la insulina, etc.

Es rica en vitaminas, sobre todo vitamina B1, que ayuda a mejorar estados depresivos y actividad mental, también favorecido por su riqueza en L-triptógano; la Vitamina B2 que favorece la regeneración tisular, mejora la salud del ojo y oxigenación celular; y la vitamina B6 que mejora el estado del sistema nervioso e inmunitario, también enriquecido por zinc y selenio que actúan como potentes antioxidantes. Su contenido en ácido fólico y hierro mejoran los estados anémicos. Y además ayuda a mitigar la fatiga y el estrés por su contenido en fósforo y magnesio.
Por su parte los Hongos Shitake son de origen Japonés, muy popular en occidente en los últimos años por sus grandes propiedades terapéuticas.

Este hongo ayuda a estimular la producción de interferón, linfocitos T y macrófagos, con gran poder antioxidante que favorece la regeneración celular y la formación de la hormona de crecimiento, ayudando así a mantener nuestro sistema inmunológico a raya. Por ello es uno de los alimentos estrella en la dieta anticancerígena.

Por su contenido en pepsina y tripsina son un excelente digestivo.

Es rico en ergosterol, nutriente que se convierte en vitamina D con la exposición al sol, importante para la asimilación de calcio y fósforo. Por ello ayuda a contribuir al buen estado del sistema musculoesquelético.

Su riqueza en ácido linoleico ayuda a fabricar prostaglandinas, encargadas entre otras cosas de las funciones antiinflamatorias de nuestro organismo.

Contiene aminoácidos esenciales como metionina y arginina, y vitaminas como la A, C E y del grupo B, sobre todo B2, B3, B5, B6 y B9.

Su aportación en cuanto a minerales destaca; el cobre, que refuerza el sistema inmunitario y combate procesos inflamatorios, y de selenio, de acción antioxidante. El manganeso y Zinc representan asimismo buenos aportes para nuestro organismo, y en menor medida, hierro, magnesio, fósforo y potasio.

Parte importante de su contenido en fibra está formada por quitina, que ayuda a eliminar grasas y el colesterol en el intestino.

Su contenido en proteínas, aunque moderadas, son bastante equilibradas en aminoácidos esenciales, siendo bastante escaso el L-triptófano. Por lo tanto, para aprovecharlas bien puede combinarse con alimentos ricos en ese aminoácido, como el huevo, el sésamo, el mijo, las patatas, las espinacas, las coles, etc. En este caso lo vamos a acompañar de pollo.

En los últimos años, el avance en las investigaciones de la medicina alopática está desvelando los mecanismos de actuación y las sustancias concretas responsables de esos efectos terapéuticos de todos estos alimentos, y la gran importancia que tiene la alimentación en nuestro bienestar y prevención de enfermedades.

MIJO CON POLLO CASERO Y SHITAKE AL CURRY

mijo con shitake

Ingredientes:

  • 1 taza de mijo
  • 1 pechuga de pollo casera picada en tiras
  • 120 gr de Hongo Shitake fresco
  • 2 dientes de ajo
  • Una cebolla morada
  • Una taza de calabaza, previamente pelada y picada
  • Sal marina sin refinar
  • Curry al gusto

Elaboración:
Para preparar el mijo; en general se aconseja lavar el mijo bajo el agua unos 5-10 minutos hasta que el agua deje de salir turbia. Es un método recomendado, su objetivo es suavizar el sabor «amargo» que suele tener y eliminar los antinutrientes. Una vez tostado o sin tostar, se cocinar el mijo con una proporción de 1 medida de mijo con 3 medidas de agua. Hervirlo sin tapar durante 15 minutos (en este caso lo cocí con un poco de cúrcuma en polvo y una pizca de sal marina sin refinar), bajar el fuego al mínimo, tapar la olla y dejarlo unos 10 minutos.
Por otra parte pelamos y picamos bien los dientes de ajo y la cebolla y los dejamos pochando en un poco de aceite de oliva virgen extra durante 10 minutos aproximadamente. Pasado ese tiempo añadimos la calabaza y el Shitake. Dejamos que se haga 5-10 minutos.
Por último añadimos a la mezcla el pollo picado, junto con el curry y sal marina sin refinar al gusto. Dejamos que se haga todo unos 5 minutos más.
Cuando haya enfriado un poco el mijo, ponemos mitad del contenido en un molde, ayudándonos con las manos o la cuchara de palo para formar una base. Añadimos la mezcla del pollo con la calabaza y por encima colocamos el resto del mijo, haciendo un poco de presión para conseguir que quede un poco compacto.
Dejamos que enfríe y listo para comer.
Esta receta es muy recomendable sobre todo para niños (por el proceso de crecimiento), deportistas, embarazadas, celíacos, personas que padecen enfermedades autoinmunes, etc. y además está muy rica!!

Feliz día! Feliz vida! 😉