Salsas nutritivas y terapéuticas

¿Por qué es tan difícil cambiar?

Son muchas las personas que se excusan y justifican con motivos diversos para hacer un cambio de alimentación saludable; no tengo tiempo, es que mi pareja…, comer así sale muy caro, los niños no me lo comen, etc.

Es curioso que a día de hoy, con todos los medios y facilidades que tenemos a nuestro alcance, dejamos de lado nuestra necesidades primarias (como es la alimentación) por atender necesidades creadas por el sistema y la sociedad.

La alimentación no es simplemente el acto de comer, es una forma de nutrir y alimentar cada una de nuestras células, con el fin de que todas nuestras funciones vitales no se vean resentidas.

Siendo evidente la repercusión que tiene sobre nuestra salud los malos hábitos alimenticios, los medios de comunicación, la publicidad y el marketing consiguen convencen a la población de que nada es tan dañino, y juegan con los sentimientos para conseguirlo:

Porque para llegar a los 102 años hay que beber coca cola, cuando ni siquiera entra dentro de la categoría de alimento; porque para adelgazar y estar mona hay que tomar productos light y edulcorantes, cuando en algunos países están prohibidos; porque para crecer sano y feliz tienes que merendar un kínder bueno cada día,…y así un largo etcétera.

No solo la comodidad y el placer nos llevan a comer este tipo de alimentos, si no también la adicción bioquímica que crea la comida industrializada en nuestro cuerpo. Esta adicción a la comida prefabricada, comida rápida, alimentos refinados y procesados, es tanto emocional como bioquímica, y puede ser tan fuerte como la adicción a alguna droga. La mayoría de estos alimentos están cargados de aditivos químicos, azúcares y grasas trans entre otros, que tiene un efecto similar a los opiáceos.

http://www.lagranepoca.com/archivo/32828-adiccion-comida-chatarra-mas-lo-que-parece.html

Como explica en este artículo, el abuso o consumo regular de este tipo de alimentos, puede provocar a la larga una modificación (mutación) en la expresión de nuestros genes, consolidándose de esta manera un proceso patológico.

Llegados a este punto es necesario hacer especial incapié en los niños. Una alimentación basada en productos frescos y libres de manipulación industrial, puede prevenir el desarrollo de un cuadro de síntomas que el día de mañana puede derivar en una patología propiamente dicha.

Aquello que ingerimos puede resultar un tóxico o un medicamento para nuestro cuerpo, y tiene una gran influencia en nuestro estado físico y mental. Lo que se conoce como opiáceos alimenticios, crean en nuestro cuerpo una sensación placentera de bienestar, euforia, analgesia,…que hace que el cambio sea más difícil.

Además, por condicionamientos, por la fácil accesibilidad a los alimentos industrializados, tan atractivos para nuestra vista y nuestro paladar, y muchas veces incluso por el abaratamiento de estos productos, no siempre resulta fácil modificar ciertos hábitos. Sin embargo no siempre lo práctico, fácil y sabroso que puede resultar ese tipo de comida resulta barata para nuestro bolsillo, ya que a la larga perdemos mucho tiempo y dinero en medicación, tratamientos, y en general peor calidad de vida.

Durante el cambio hacia una alimentación más saludable, la queja general es de que la comida resulta aburrida e insípida. Y es que nuestras papilas gustativas están tan «hipertestimuladas» por toda la cantidad de aditivos y estimulantes que ingerimos, que perdemos la noción real de saborear el alimento.

Para hacer el cambio lo más ameno posible, os dejo con estas dos salsas caseras, cargadas de nutrientes y propiedades terapéuticas.

SALSA DE CALABAZA

salsa calabaza

Esta salsa la hice con intención de disminuir el consumo de salsa de tomate.

Aunque se sabe que el tomate es un hortaliza rica en carotenoides, vitamina C y con propiedades anticancerígenas, sobre todo a nivel prostático, el exceso de tomate favorece la acidosis tisular y además pertenece a un grupo de alimentos llamados solanáceas, con cierto carácter alergénico y nada aconsejables para procesos inflamatorios articulares principalmente.

Ingredientes

  • 400 gr de calabaza
  • 200 gr de nata (de almendras, de mijo,…)
  • 2 puerros
  • 3 dientes de ajo
  • 1 manzana golden
  • Media cucharadita de comino
  • Una pizca de pimienta
  • Media cucharadita de cúrcuma
  • 1 rodajita de jengibre fresco
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal marina sin refinar

Elaboración

Pelamos y picamos bien la calabaza y el ajo. Lo rehogamos a fuego medio en una sartén hasta que la calabaza esté bien tierna (de 10 a 15 minutos).
Luego le añadimos el puerro, bien lavado y picado, el jengibre y la manzana, y dejamos que se rehoguen junto con la calabaza y el ajo.
Le añadimos los condimentos y la nata y lo dejamos durante 10-15 minutos a fuego lento.
Una vez apagado el fuego dejamos enfriar un poco y batimos todo bien con la batidora. Si lo queremos más o menos cremoso podemos jugar con las cantidades de nata o añadiendo más aceite de oliva virgen extra.
Es ideal para acompañar la pasta (apta para cada uno), arroces, coliflor salteada, etc.

SALSA DE AJO

salsa de ajo

La base de esta salsa es el ajo y la cebolla morada, ambos alimentos con potentes propiedades terapéuticas para nuestra salud; antibacteriana, antiviral, antimicótica,…

Las personas con gastritis o cierta intolerancia al ajo y/o cebolla no podrán tomarla.

Ingredientes:

  • 2 dientes de ajo
  • 1 cebolla morada
  • 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
  • 1 cucharada y media de tahín (paté de sésamo)
  • 1 cucharada de romero fresco
  • 1 cucharada de tomillo fresco
  • Media cucharada de perejil fresco
  • Una pizca de sal marina sin refinar
  • 2 cucharadas de vinagre de manzana

Elaboración
Pelamos y picamos el ajo (le quitamos el germen del ajo, en su parte interior) y la cebolla. Los rehogamos con un poco de aceite de oliva virgen extra durante unos minutos a fuego medio-bajo.
Luego añadimos 1/3 de agua y dejamos que se cueza durante 10 minutos aproximadamente.
Añadimos los condimentos y removemos bien con la mezcla.
Introducimos todo en un vaso de batidora y añadimos el tahín y el vinagre.
Batimos bien todo y rectificamos de condimentos si lo vemos necesario.
Es ideal para acompañar con carnes, pero también se puede tomar como picoteo con crakers de sarraceno (http://toogoodtobefood.blogspot.com.es/2015/02/otra-sin-gluten-crakers-de-sesamo.html), con picos de verduras (apio, zanahoria, etc.),…

Disfruta de tus platos!!

Feliz semana!! 😉